¿ES TU ENTORNO SALUDABLE?

¿Vives en un lugar saludable? ¿Te has preguntado alguna vez si tu vecindario o tu barrio tienen buenas energías o te aportan buenas vibraciones?

El lugar en el que vivimos vibra y nuestro cuerpo acabará viéndose afectado por las energías del entorno que lo rodea. Por eso es tan importante mirar a tu alrededor y ver si el lugar en el que vives va a afectar a tus energías de manera positiva o negativa.

De poco sirve que pongas todo tu esfuerzo en cuidarte y nutrir tus energías o prestar atención a las energías de tu casa si tu alrededor no responde al mismo criterio.

Vivir en un ambiente de energía desfavorable puede condicionar tu crecimiento interior y las energías con las que vives cada día.

Por eso te voy a dar 7 puntos clave que deberías observar en tu vecindario y los lugares que rodean tu casa o tu lugar de trabajo.

Observa la vida de tu vecindario

La actividad de tu vecindario es el mejor termómetro de su nivel de salud. Los lugares vivos, activos y vibrantes suelen traer consigo buenas energías de las que se contagian todos los lugares próximos, tanto espacios como personas.

De lo contrario, vecindarios apagados indicarán bloqueos de energía que afectarán a sus vecinos.

No debes confundir un vecindario vibrante con un lugar lleno de hiperactividad. Recuerda que la energía en exceso es también desfavorable. Tu cuerpo te dirá si tus alrededores te parecen lugares vibrantes y llenos de vida o si te pueden resultar lugares estresantes.

Analiza la actividad comercial

Mira si las tiendas y los negocios que hay alrededor de tu casa permanecen abiertos y si tienen una actividad próspera.

Si notas que las tiendas están siempre vacías o hay muchos negocios cerrados a tu alrededor, es un claro síntoma de las malas energías de tu vecindario.  

Otro claro indicativo de estas malas energías se puede observar en los
cambios constantes de propietarios de los establecimientos o tiendas que están continuamente cambiando de tipo de negocios.

Mira si las oficinas de tu entorno están activas y si las empresas que
se ubican en ellas tienen un negocio próspero. Si la riqueza fluye y funciona
con ellos, funcionará también contigo y con tu casa.

Observa la limpieza de las calles

Un vecindario limpio es un lugar por el que fluyen las energías de
manera rápida e ininterrumpida. Por el contrario, la suciedad y la acumulación de basura impide la correcta circulación de la energía y la acumulación de patógenos visibles e invisibles.

Por un vecindario sucio y abandonado la gente no querrá pasear y, en
consecuencia, las energías no fluirán ni se reciclarán, quedando toda la
energía estancada, como si de una charca por la que no circula el agua se
tratase.

Por lo general, los vecindarios que acumulan basura y suciedad denotan un cierto estado de abandono y una densidad en las energías que no favorece en absoluto a los vecinos.

Esta acumulación de suciedad, amén de los problemas higiénicos que pudiera traer, saca a la luz un problema generalizado de la zona y un estado de abandono por parte de la ciudad y los vecindarios del entorno. 

Observa la vida natural

Cuando los animales y las plantas deciden colonizar un lugar, sin duda se trata de un espacio con buenas energías, limpio y agradable.

Incluso si se trata de plantas que han sido introducidas por el hombre, si los árboles crecen y las plantas están sanas, será una señal inequívoca de la presencia de buenas energías.

Por el contrario, la ausencia de vegetación ya es de por sí un mal síntoma, ya que los árboles contribuyen a la limpieza del aire y el ambiente. Si ves que las plantas se secan o enferman con facilidad, estarás ante un claro sigo de mal flujo de las energías.

Observa además la presencia de animales, especialmente pájaros. El hecho de que acudan a tu parque o tu barrio es la mejor señal. Las mascotas suelen ayudarnos también a detectar lugares con malas vibraciones.

Así, si tu perro o tu gato se niega o se resiste a ir a un lugar determinado, deberías tener en cuenta que posiblemente se trata de un lugar con malas energías.

Analiza el estado de ánimo

Normalmente, el estado de ánimo de las personas que te rodean es una definición clara de sus vidas y de sus energías. Las caras de las personas con las que nos cruzamos en el vecindario no engañan y nos dicen si se trata de personas felices o personas estancadas en sus vidas.

Si lo normal es ver a personas tristes y cabizbajas y se trata de un hecho generalizado, quizás la energía de tu vecindario no sea la más adecuada.

No pienses en esto con clave puntual. Todos los vecindarios tienen personas así o todas las personas tenemos un día o una semana mala.

Aprende a ver el estado general y a tener una visión global del vecindario, analizando el estado de ánimo de la mayoría.

Observa el tráfico

El tipo de tráfico es también un claro indicativo del tipo de energías del barrio. A todos nos gustaría vivir en un barrio tranquilo con calles de preferencia peatonal y con pocos coches.

Evidentemente, el tráfico peatonal o de bicicletas es mucho más saludable que el tráfico rodado de coches, aunque lo más importante que tienes que analizar será e nivel de ruido y de actividad.

Vivir al pie de una autovía o una carretera de circunvalación no es en principio lo más aconsejable.

Pero tampoco lo es vivir al pie de una calle peatonal atestada de gente y con ruido constante, que nos aportará as mismas dosis de estrés.

Mira tu barrio y observa que, sea cual sea el tipo de tráfico, éste sea tranquilo y sosegado, como claro reflejo de las buenas energías del vecindario.

Te en cuenta los campos electromagnéticos

Se trata, sin duda, de uno de los enemigos silenciosos más peligrosos a nivel energético, ya que no nos molestan a nivel de ruido, olores o suciedad.

Observa la existencia de postes de luz, grandes antenas u otros elementos que puedan perturbar y alterar los campos electromagnéticos.

Evita vivir junto a líneas de alta tensión, centros de transformación u otros lugares sometidos a altos campos electromagnéticos.

Si tienes la posibilidad, estudia o consulta a alguien que te pueda asesorar en la existencia de los campos de energía relacionados con las líneas Hartman y Curry, además de considerar las posibles perturbaciones derivadas de grandes estructuras de metal, que van a alterar el campo electromagnético.

Con todo esto ya tienes una serie de puntos clave por los que empezar a analizar las energías de tu vecindario. Se consciente de que en las energías de tu entorno empiezan tus propias energías. Y una vez hayas detectado las posibles patologías de este entorno, empieza a trabajar las energías del interior de tu casa.

Juan Yruela Castillo

Arquitecto y experto en Fengshui

CEO y Fundador de Camino Holístico

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